Odio como me hablas y también tu aspecto,
no soporto que lleves mi coche ni que me mires así.
Aborrezco esas botas que llevas y que leas mi pensamiento.
Me repugna tanto lo que siento que hasta me salen las rimas.
Odio, odio que me mientas, y que tengas razón.
Odio que alegres mi corazón. Pero aún más que me hagas llorar.
Odio no tenerte cerca y que no me hayas llamado.
Pero sobre todo odio no poder odiarte, porque no te odio, ni siquiera un poco.
Nada en absoluto...
No hay comentarios:
Publicar un comentario