martes, 31 de agosto de 2010

Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo

Después de todo la muerte es sólo un síntoma de que hubo vida.

No sé tu nombre, sólo sé la mirada con que me lo dices.

Qué buen insomnio si me desvelo sobre tu cuerpo

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